Me levanté, tomé sus cálidas manos, le miré y sonreí. Era lo máximo que podía hacer, ¿es que acaso podía quererle?, él era un sueño ¿es posible sentir algo por una persona con la que sencillamente sueñas?
No hizo falta más, él también me sonrió y me abrazó. La sonrisa de Evan era cálida y sincera, cuanto más le veía menos podía creer que era un sueño. Me besó la frente y caminamos de la mano hasta el caballete.
– Encontraremos una solución, estoy seguro.- Concluyó.
Cubrió mis ojos y me situó en frente del lienzo. Despacio, sus manos se alejaron de mi rostro permitiéndome ver de nuevo, sin embargo todo se volvió blanco, escuché a Evan preguntarme si me gustaba la pintura pero yo no conseguía ver nada. Parpadeé varias veces inútilmente. Cerré fuerte los ojos y me llevé las manos a la cara. También dejé de escucharle, de pronto todo fue silencio y una luz resplandeciente.
…
Extracto de mi Obra: “El Final de un Sueño”
Ubicación: Pazo de Lourizán